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Gracias...


¿Qué tanto te detienes a agradecer en el día a día? ¿Qué lugar ocupa el agradecimiento en tu vida?


Gratitud: sentimiento, emoción o actitud de reconocimiento de un beneficio, tangible o intangible, que se ha recibido o se recibirá.



Importante es aclarar que no es lo mismo que “deuda moral”. Ambas se producen después de recibir ayuda, pero la deuda moral se produce cuando una persona percibe que tiene la obligación de compensar la ayuda. Cuando pensamos en el agradecimiento como “deuda moral” tendemos a evitar a la persona que nos está ayudando, podemos caer en apenas decir “gracias” y alejarnos. Sin embargo, cuando nuestra gratitud la enfocamos en el hecho de en realidad “agradecer” conscientemente, este acto tiende a mejorar relación con esa persona a quien le agradecemos.


En el plano espiritual se es capaz de mejorar la capacidad de una persona para estar agradecida, estar más propensa a tener mayor sentido de gratitud en todos los aspectos de la vida.


Recientemente leí en un artículo escrito por Harvard Health Publishing titulado “Giging thank can make you happier” (Dar gracias te puede hacer feliz) que las personas que son más agradecidas tienen un mayor nivel de bienestar subjetivo, son más felices, se sienten menos deprimidas, menos estresadas y más satisfechas con su vida y sus relaciones sociales.


Algunas de las formas en las que puedes beneficiarte al agradecer son:

  • Tener mayores niveles de control de tus circunstancias, crecimiento personal, propósito en la vida y aceptación de ti mismo

  • Activar la resiliencia por medio de encontrar formas más positivas para lidiar con las dificultades o cambios estando más propenso a buscar ayuda, reinterpretar y aprender de la experiencia

  • Dormir mejor y es porque se tienen menos pensamientos negativos

  • Mejorar las relaciones sociales

  • Aumentar la empatía

  • Disminuir las probabilidades de utilizar sustancias químicas para afrontar los problemas

La gratitud está totalmente relacionada con la salud mental. Esto lo he comprobado por mí misma en los últimos años. Hace algunos años comencé a poner más atención al efecto de la gratitud y buscar maneras de enfocar mi vida en ello. En ese camino, he escuchado y leído consejos para practicarla, algunos de los cuales quiero compartirte:


Dar las gracias al despertar: por un día nuevo, por estar vivos, por el descanso que tuvimos, por las oportunidades que llegan con cada día

Orar: quienes somos religiosos podemos utilizar la oración para agradecer “Den gracias al Señor pues El es bueno, pues su bondad perdura para siempre” Salmo 118, 1-4

Llevar un Diario de Gratitud: escribir al menos 3 cosas por las que estamos agradecidos al final del día

Expresar el agradecimiento a otros: cuando somos conscientes de tanto por agradecer también lo somos con aquellos quienes nos han ayudado. Puedes expresar el agradecimiento escribiendo una nota de “gracias” o diciéndoselo a la persona directamente

Agradecer en vez de sentirnos culpables: A veces podemos ser muy duros con nosotros mismos y nos culpamos constantemente por lo que somos o hacemos, por ejemplo, ser sensibles o llegar tarde a una cita por circunstancias totalmente ajenas a nosotros (un accidente en el camino)


Tres de ellos han sido parte de mi rutina desde hace un par de años, sus efectos en mi vida son positivos y han contribuido a un mejor bienestar emocional.


Por las mañanas al despertar doy gracias por el descanso de la noche anterior, por despertar, estar viva, por mi familia, la salud, el trabajo y por tantas otras cosas que Dios me da día a día. Este fue un hábito que retomé pues desde pequeña me enseñaron a dar las gracias al despertar y antes de dormir.


Orar que no es más que hablar con Dios desde el corazón, es una oportunidad super valiosa para poder darle gracias a El por todo: lo bueno, los retos, los obstáculos, las alegrías, la vida, en fin, por todo lo que hemos vivido en un día…es simplemente conversar con El y el agradecimiento va a surgir desde nuestro corazón. Es importante encontrar un momento cada día para hacerlo, cualquier momento es bueno y el efecto será muy bueno, lo he vivido.


Por las noches escribo en mi Diario de Gratitud. Comencé escribiendo una cosa cada día en mi agenda personal. Luego, me vi en la necesidad de que fuera algo separado de mi agenda, por lo que utilicé un cuaderno extra que encontré en casa. El año pasado conseguí un cuaderno más personalizado que solamente dice “GRACIAS” en la tapa. Cada noche, antes de dormir, conecto con el acto de agradecer. Este hábito me lleva a aplicar la consciencia plena durante mi día y por la noche agradezco las tres cosas que más me conectaron mi corazón con el acto de agradecer. Me he encontrado a veces con más de tres e intento anotarlas todas. Estos agradecimientos van más allá de la comida en la mesa, el trabajo, la familia…muchas veces agradezco por eso, pero otras agradezco el café de la mañana que me ayudó a despertar muy bien para un día ajetreado en el trabajo, agradezco la oportunidad de conversar en el teléfono o en el chat con alguien a quien le tengo mucho cariño, ver un arco iris, la lluvia que refresca una tarde de calor o poder ver la luna en su esplendor. He descubierto tantas cosas por las cuáles agradecer que en este momento de mi vida ya es una parte esencial de mí. Y aprovecho a mencionar que, gracias a este hábito adquirido, el 2020 durante la pandemia fue algo que me mantuvo conectada con la parte positiva dentro de toda la incertidumbre que hemos vivido y seguimos viviendo.


Cuando conscientemente analizo que no debo ofrecer disculpas por ser como soy sino agradezco el hecho de que no me reclaman nada, sino me aceptan. Un ejemplo que daban en este consejo era el de llegar tarde a una cita por razones ajenas a mí y en vez de llegar con las mil y una disculpas en la boca, decir simplemente “gracias por esperarme”. Ese ejemplo me gustó mucho, pero también se me vino a la mente alguna situación en la que me he puesto sentimental y lloro o me enojo por algo y en vez de disculparme por hacerlo he dado las gracias porque me escucharon y comprendieron. Este consejo es de los que más me ha costado seguir.

La gente siente y expresa gratitud de múltiples maneras. Pueden agradecer por el pasado, trayendo a la mente recuerdos positivos y siendo agradecidos por elementos de la infancia o bendiciones recibidas, agradecer por el presente y no dar por hecho la “buena fortuna” que hoy tenemos y agradecer a futuro manteniendo una actitud esperanzadora y optimista.

Y ustedes ¿me quieren compartir cómo se sienten al dar las gracias? ¿Han utilizado alguna de estas formas? ¿Tienen otra forma de hacerlo que quieran compartir en este espacio? Me encantará leerlos.





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