Bendecida por partida doble
- Regis Penedo
- May 10, 2021
- 5 min read

Mis dos mamás son esa bendición por partida doble…y sí, sé que suena super trillado el asunto del Día de la Madre y que por todos lados se la menciona, pero no importa, esta vez yo también lo haré.
Dios me bendijo con dos mamás geniales: mi mamá “mamá” y mi abuelita a quien yo le decía “mami”. ¿Que por cuál comienzo a escribir? El orden no importa ya que no puede reflejar a quien quiero más, solamente sé que las amo a las dos.
Voy a comenzar con mi mamá “mamá” y esa fortaleza que tuvo al yo nacer pesando 3 libras, 8 onzas y ver que me llevaron directo a una incubadora en donde estuve por aproximadamente dos semanas. Ella me cuenta como prefirió irse siempre caminando al hospital en vez de subirse a un bus (el hospital quedaba cerca de la casa) porque no quería lastimarse después de haber pasado por un parto, aunque natural, parto es parto (digo yo). Estaba todo el día ahí, conmigo hasta que un día me pudo bañar en el lavamanos del hospital, parece que sí que era pequeñita. Cuando regresé a casa, solo tomaba leche de fórmula con un gotero cada hora, pero, curiosamente, la noche antes que ella tuviera que regresar al trabajo, no me desperté para nada…ella siempre piensa que fue muy considerado de mi parte no despertarme más para comer cada hora, no lo sé.
Mi Mami

Desde entonces ella se iba a trabajar y me quedé al cuidado de la mejor abuelita de todas…y sí, todos tenemos la mejor porque Dios siempre nos da lo mejor para nosotros porque nos conoce. Entre las dos me cuidaron, criaron, formaron y consintieron. Mientras mi mamá trabajaba yo me iba de paseo, de mandados o de visita con mi abuelita. Un día ya estábamos donde sus amigas tomando cafecito y escuchándolas platicar de sus historias (o me llevaba una muñeca o un libro) y otro día podíamos estar caminando por el centro histórico vitrineando o entrando al Almacén Lucky o a La Casa Música…(hace poco entré a La Casa Música y el olor es el mismo a cuando iba hace tantos años). Era ella quien me recibía al regresar del colegio con los almuerzos más ricos que he comido y con quien cocinaba algunas tardes. Con ella pintaba la casa y jugaba damas españolas además de vernos todo el repertorio de telenovelas de las 2:00 p.m. y de las 6:00 p.m. en adelante. También me dejaba ver Candy con la condición de haber terminado mis deberes. Fue ella quien me consintió cada que me enfermaba incluso cuando a los 22 años me dio hepatitis y cocinó mi dieta especial y no me dejaba bajar del segundo piso para no hacer esfuerzos. De esa misma forma la consentí yo cuando estuvo a dieta por los achaques de la edad y le daba un poco de cerveza cuando algún fin de semana yo me preparaba micheladas. Recuerdo las noches que pasaba viendo tele en su cuarto, películas mexicanas u otras que nos gustaran a ambas, tenía un catre en el que muchas veces me quedé a dormir para estar cerquita de ella. Aunque la tuve muchos años...la quisiera tener aún conmigo, pero como digo, siempre está conmigo.
Mi Mamá

Y mi mamá ¿qué les diré? Recuerdo cuando hubo Golpe de Estado en 1982 y se fue caminando hasta mi colegio a buscarme para que al llegar le dijeran que ya me había recogido una amiga de mi tía que lo autorizó (las monjas habían sido maestras de ambas y las conocían bien, no dudaron en dejarme ir) a mi mamá no le pudieron avisar porque no había celulares y ya había salido del trabajo a buscarme cuando me llevaron (problema de comunicación entre hermanas). Ella siempre buscó la forma de llevarme a las fiestas de cumple de mis amigas y me enseñó como pedir favor de irme con alguien más y agradecerlo. Recuerdo la noche que llegó a ayudarme a dibujar a Justo Rufino Barrios para una tarea del colegio o cuando me defendió de la maestra de primer grado que me pegó con una regla o la vez que me disfrazó de la Chilindrina aprovechando que ya usaba anteojos y lo debe haber hecho muy bien porque en la calle alguien le dijo que me arreglara el suéter. Ella me repitió cosas hasta el cansancio. pero ahora sé que gracias a eso mucho no se me olvida y me ha servido miles de veces, por ejemplo las calles, avenidas y cómo más o menos ubicarme. Cuando empecé a trabajar me enseño con ejemplo, entre otras formas, que se cumple primero con las responsabilidades tanto en casa como en el trabajo.
Y no escribo esto para que crean que mi vida es o ha sido color de rosa, ¡para nada! Simplemente quise compartirles un poco de lo bendecida que me siento con este par de mamás..
Hoy sé que mi vida fue perfecta para mí, mi vida al lado de esas dos mujeres que estuvieron conmigo desde que nací ha sido una vida feliz. Sin ellas, sin su ejemplo, sin sus cuidados, sin sus enseñanzas, pero sobre todo sin su amor, no sería lo que soy ahora… y entiendo muy bien que nada de lo que hicieron o dijeron era por fastidiarme, toda su intención era formarme y amarme, igual que toda mamá. Y sí, suena a frase repetida, pero no encontré otras palabras para decirlo. Si bien es cierto, estoy segura que no todo en mi vida las ha honrado porque he cometido errores, después de todo creo que no ha sido todo tan malo y su impronta está en mi corazón para siempre.
Hoy quiero agradecer a Dios por ese par de ángeles a quienes me encomendó, porque fuimos una familia, vivir con ellas era una aventura y quiero pensar que siempre nos complementamos entre las tres, fue maravilloso. Agradezco los casi treinta años que tuve a mi abuelita físicamente y porque nunca he dejado de pensarla ni un solo día, siempre hay un recuerdo si no es una cosa es otra, pero siempre está, tipo la película Coco…si la recuerdo nunca morirá. Agradezco también los cuarenta y seis años que he tenido a mi mamá, por los sacrificios y algunos de los tantos regaños, por las risas, las bromas y esa manera de hablarnos que solo nosotras podemos comprender. Pero más agradezco la bendición por partida doble que me dio, la verdad, se lució con mis mamás y sigue luciéndose.
Si llegaron hasta acá, espero les haya gustado y que hayan podido ustedes también recordar algunos eventos con sus mamás y/o abuelitas. Aprovechemos el tiempo quienes aún las tenemos físicamente con nosotros y agradezcámosles todo lo que son y el amor que dan. ¡Bendiciones y Feliz Día de la Madre!
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