Cuarentena Semana 2: Trabajando en casa
- Regis Penedo

- Apr 15, 2020
- 4 min read

¿Han tenido que aceptar que algo sí funciona cuando pensaban que no? Seré más explícita, hasta hace unas semanas yo era muy reacia a trabajar desde casa, pensaba que necesitaba todos los papeles conmigo y demás. El año pasado tuve un poco de experiencia trabajando a distancia ya que a mi jefe le gusta dar ese tipo de apoyo. Pues lo hice y aunque no me fue tan mal creo que las circunstancias lo requerían, debía estar al cuidado de mi pareja que estuvo hospitalizado y luego acompañarlo en tratamientos una vez al mes durante 6 meses y mi jefe me apoyó de esa forma. Creo que seguía yo prefiriendo ir a la oficina, pero ahora que lo analizo fue por la situación, talvez quería quedarme en casa para apoyar a mi pareja al 100% y trabajando desde casa no podía…pero al mismo tiempo, me sentía tranquila estando cerca de él por si se ofrecía algo urgente. En fin, larga historia, pero ahora con esta pandemia, en verdad que es una inmensa bendición poder trabajar desde casa.
Alguna vez leí algo similar a que si nos dan la oportunidad de trabajar en casa lo hagamos de la mejor forma y que, si fuera posible, nuestro desempeño y productividad sea mejor que yendo a diario a la oficina. Esto lo llamo yo agradecimiento a la confianza depositada en nosotros. Y es que trabajar desde casa no tiene porqué ser causa de angustia…por eso hoy quise compartir con ustedes algunos consejillos que me encontré por ahí y mi experiencia aplicándolos, también incluyo unos muy míos, pero con los cuales talvez se puedan sentir identificados:
Levantarme temprano como si fuera la oficina. Esto me ayuda a mantenerme activa y siento que el tiempo me rinde más.
Rutina “usual”: tomar café, desayunar – en mi caso desayuno un licuado alrededor de las 8:00 u 8:30 ya frente al computador. En días usuales cuando me traslado de casa al trabajo desayuno de la misma manera, en la oficina.
Vestirme con ropa “de trabajo”, es decir, no me pongo ropa que usaría en fin de semana, pero tampoco me pongo tacones (aunque la ropa lo requiera). He leído que a muchos les funciona quedarse en pijamas, sin embargo, a mí me causa un efecto psicológico positivo porque me conecto con el hecho de trabajar y eso me hace ser más productiva.
Acondicionar un rincón específico para que sea el espacio de trabajo. Es muy importante para saber que cuando estemos en ese lugar es hora de trabajo. Mi espacio es una parte de la mesa del comedor, a cierta hora coloco mis cosas de oficina y ese se convierte en mi escritorio durante el horario laboral. Algunas veces la conexión WIFI me hace cambiar de lugar a algunas horas, especialmente para videoconferencias y/o videollamadas…pero el lugar a donde me invita el WIFI es al balconcito/patio que hay en el apartamento donde vivo, así que no es ninguna molestia, tiene sus ventajas.
Reconocer y respetar el horario de mayor productividad. En mi caso es por las mañanas, de igual forma, debo cumplir con el horario de trabajo, al final de la semana debo haber trabajado 40 horas. Durante ese tiempo, trato de no ocuparme de cosas de la casa aunque a veces toca, sobre todo a la hora del almuerzo, aunque debo decir que mi pareja me apoya mucho en ese sentido.
Tomar recesos como cuando estoy en la oficina para hacer y beber café o té, ir al baño, caminar un poco por la casa, servirme agua. Estas pausas son necesarias para despejar un poco la mente, estirar el cuerpo, descansar los ojos de la pantalla. ¡No las olvidemos!
Horarios establecidos para almuerzo, a veces me han programado reuniones a mi hora de almuerzo, pero trato de acomodarlas y que no sea siempre.
Horario para dar por terminada la jornada laboral. Si trabajo extra, lo anoto como tal: trabajo extra. El hecho de estar en casa nos da flexibilidad y si comienzo a trabajar unos minutos más tarde de mi hora habitual lo repongo al final del día…esto pasa de igual forma cuando voy a la oficina. ¡Claro está que sin abusar!
Como mencionaba, estos son consejos desde mi experiencia, si tienen hijos que están estudiando desde casa, seguramente algunas cosas deberán modificarlas, sin embargo, creo que se pueden adoptar algunas otras para un tener un buen desempeño a distancia.
Esta es una gran oportunidad para demostrar en nuestras organizaciones que mucho sí se puede hacer de forma virtual. ¿Ya se imaginaron los beneficios que esto traería a largo plazo? Yo ya identifiqué algunos:
Evitar el tráfico – en Guatemala puede ser excesivo
Tener un mejor humor al terminar la jornada y comenzar a poner tiempo a la casa y la familia
Más energía para hacer otras cosas en casa, cocinar, hacer ejercicio u otras actividades de crecimiento personal (escribir para el blog, aprender algo nuevo en línea, leer, redecorar, arreglar rincones olvidados)
Mejor control del horario para ir a dormir a una buena hora, más y mejores horas de descanso
Mejor relación con los miembros de la familia y con quienes convives a diario o la oportunidad de hablar sobre algunos desacuerdos que podamos tener y de pronto arreglarlos…
Si vemos, de todo hay que sacar lo positivo y si bien es cierto el contacto con mis compañeros de trabajo hace falta, es algo a lo que nos podemos adaptar. Por otro lado, las plataformas para videoconferencias son cada vez más utilizadas y en mi caso no es la excepción. Nos hemos podido comunicar de una buena manera, hemos incluso organizado nuestro “Viernes de Convivencia” mensual de forma virtual para no perder el contacto con los colegas, ese contacto y comunicación que va más allá de los temas laborales porque al final en la oficina encontramos, usualmente, una segunda familia.















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