Compartiendo el mar
- Regis Penedo

- Jun 10, 2020
- 4 min read
Updated: Aug 2, 2020

Por ahí leí que estamos en el mismo barco…pero luego lo leí diferente y me hizo más sentido: “No estamos en el mismo barco, estamos en el mismo mar…unos en yate, otros en lancha, otros en salvavidas y otros nadando con todas sus fuerzas…seamos empáticos”.
Hace unas semanas un mensaje en Facebook, el cual compartí en mi muro, nos invitaba a reflexionar sobre las opciones que tenemos en Guatemala y prácticamente en todo el mundo. Plantean dos grupos, el que quiere seguir guardándose en casa, que puede trabajar y generar ingresos desde ahí o que cuenta con algo de ahorros para vivir “mientras todo pasa” y luego está el otro, el que no puede trabajar desde casa y debe salir para genera sus ingresos para cubrir sus necesidades básicas y que no cuenta con ahorros. Ambos grupos tienen miedo al contagio…pero la diferencia está en que también tienen diferentes necesidades.
Me comentaron también en mi publicación que hay un tercer grupo y mencionan que es el que “Está consciente que para levantar la economía hay que estar vivos y sanos. Son el grupo en el que muchos la están pasando mal por la economía y tiene empatía, ha tratado de ayudar y apoya tanto como puede…tiene miedo del impacto económico. pero también sabe que es más fácil levantar la economía que resucitar un muerto”.
Después de analizarlo bien es aquí donde la frase inicial de este texto cobra sentido y es entonces cuando yo me pregunto varias cosas que he visto a diario en las redes desde el 13 de marzo de 2020:
¿Tiene sentido quejarse por todo?
¿Qué ganamos con criticar si el Presidente del país hizo o deshizo?
¿Ganamos algo batallando contra el horario del toque de queda si es a las 4 ó a las 6?
Abren las “plazas comerciales” y me indigno…¿Por qué si nadie me obliga a ir?
¿Me rasgo las vestiduras cuando alguien dice que debe salir a trabajar o me las desgarro cuando alguien comenta que mejor se queden en su casa?
¿Gano algo despotricando improperios contra el Presidente y/o su gabinete y asesores?
¿Sirve de algo pelearme en redes sociales con completos desconocidos por defender mi postura que quién sabe si es la correcta o no? A ESTAS ALTURAS NADIE SABE ESO
¿Rechazar ayuda para los “más necesitados” en honor a la “dignidad” me hace más digno?
¿Esta tragedia mundial me da bandera verde para utilizarla como pre-campaña política para en 3 años pedir votos en nombre de la “sensatez” que tuve durante la crisis?
A decir verdad...
A decir verdad, todo lo anterior solamente desgasta física y emocionalmente a quienes actúan de esa forma.
A decir verdad, todo lo anterior nos quita tiempo que podríamos estar invirtiendo en cosas más positivas y productivas. ¡Ah! por cierto, el positivismo, incluyendo la risa, mejora en un alto porcentaje nuestro sistema inmune que es justo lo que necesitamos fortalecer para combatir desde nuestro cuerpo a este virus.
A decir verdad, criticar cada decisión que toman las autoridades no la cambiará por arte de magia, al igual que bocinar cuando hay un gran tráfico no hace que los carros extiendan sus inexistentes alas y vuelen sobre la serpiente de asfalto congestionada para que nosotros podamos pasar con tranquilidad.
A decir verdad, todo lo anterior no funciona en beneficio nuestro…la mayoría de las personas que hacen una o varias de las acciones que he mencionado por haberlas leído y/o escuchado yo misma, lo hacen con mucho resentimiento…se nota y se siente en el tono al hablar o las palabras utilizadas al escribir.
Y no me malinterpreten, claro que tenemos derecho a dar nuestra opinión, claro que debemos fiscalizar a los gobiernos y sus acciones, por supuesto que tenemos que exigir nuestros derechos…pero también cumplir con nuestras obligaciones. Tristemente, me he topado con más quejas, reclamos y maltratos que con palabras de apoyo en cuanto a los comentarios tanto en programas de opinión en radio como en redes sociales y, me parece, que esa no es la mejor forma de expresar nuestro sentir. Eso de que “violencia genera violencia” se puede confirmar a diario leyendo un par de mensajes y solo basta que una persona no esté de acuerdo para encender la mecha de una ametralladora que parece que anuncia la bienvenida de un año nuevo.
¿Es verdad que estamos en el mismo mar?
Si estamos en el mismo mar ¿no tiene más lógica que todos nos ayudemos entre sí para no ahogarnos?
Si estamos en el mismo mar ¿no piensan que si mi barca es más grande y tengo la oportunidad de ayudar a alguien más a que no se hunda, sería mejor hacerlo que quedarme viendo cómo se hunde al pasar a mi lado?
Si estamos en el mismo mar ¿no sería más eficaz unir esfuerzos y si yo me puedo quedar en casa lo haré y si tú tienes que salir a trabajar, lo harás de la manera más responsable que las circunstancias te permitan?
Insisto…el amor y las acciones hechas desde el amor nos ayudarán a vivir de una mejor forma esta crisis mundial y SÍ digo a vivir porque Dios nos sigue dando esta vida para que atravesemos este mar agarrados de Su mano y viéndolo a Él en cada uno de los que estamos acá…nadando para seguir con vida.
Me gustaría saber tu opinión, deja tu comentario y compartamos algo más que este mar...






Comments